En los teclados coexisten letras de todo tipo: la veterana y siempre omnipresente “tecla espaciadora”, la anglosajona “w”, la independiente y problemática “ç”, el erudito “acento” o el calculador y organizado “intro”.
Pero en este mar de letras se encuentra, entre números y símbolos, un ocupante reciente. Posiblemente, una de las letras que mejor soporta el paso del tiempo. Y no por su eficiencia o necesidad, sino porque nadie la utiliza. Es la desconocida tecla de Windows.
Sí, pulsándola se desplega el menú de Inicio de Windows pero, ¿sirve para algo más? ¿merece la pena usarla? La respuesta es, sí. La tecla de Windows, aunque una de las teclas menos utilizadas de nuestros teclados, puede llegar a ser realmente funcional.
¿Para qué sirve la tecla de Windows? La tecla de Windows permite ejecutar aplicaciones y funciones básicas que el sistema de Microsoft ofrece a nivel usuario. Por ejemplo, con la tecla de Windows puedes bloquear el sistema, ejecutar el Explorador de Archivos o minimizar todas las ventanas.
En la siguiente lista, puedes conocer todas las funciones que la tecla de Windows ofrece:
Windows+L
Bloquear el equipo
Windows+E
Ejecutar el Explorador de Archivos
Windows+D
Minimizar o restaurar todas las ventanas
Windows
Menú de Inicio
Windows+R
Desplegar la ventana de ejecución de comandos
Windows+U
Administrador de utilidades
Windows+F
Ejecutar el buscador de archivos del sistema
Windows +Control+F
Búsqueda de archivos localmente
Windows+F1
Acceder a la Ayuda
Windows+mayúsculas+M
Minimizar todas las ventanas
Personalmente, me quedo con la función de bloquear el equipo. Si el PC forma parte de tu herramienta de trabajo y la de tus compañeros, no hay un modo mejor de chincharles que bloqueándoles el equipo. Pulsa la tecla de Windows+L y verás.
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