Como es costumbre en Google, la gran mayoría de sus productos se lanzan al mercado en versión beta. Google Chrome, su navegador, no ha sido una excepción y, a pesar de llevar casi tres meses disponible todavía sigue sin ser una versión definitiva.
Esta aparecerá en enero, momento que significará un punto de inflexión para el navegador. Con una versión 1.0 ya lista, Google quiere empezar a quitarle cuota de mercado al resto de navegadores. Hasta ahora, parece que lo ha hecho a costa de Firefox más que de otros, pero eso podría cambiar el próximo año.
Y es que Google tiene intención de distribuir Chrome con equipos nuevos. Mediante acuerdos con distintos fabricantes quieren que el navegador venga preinstalados en esas máquinas, de forma que los usuarios no tengan que descargarlo por su cuenta.
Desde luego es una estrategia que a Internet Explorer le funcionó perfectamente para derrotar a Netscape, pero que Google tendrá más complicada, ya que tendrá que llegar a acuerdos con un buen númerop de fabricantes y distribuidores. Nada imposible, desde luego.
Todo esto, de momento, hablando solo de la versión para Windows. Por lo que respecta a las versiones para Linux y Mac OS X, se espera que durante la primera mitad del próximo año ambas ya estén disponibles, algo que muchos de los usuarios de estos sistemas operativos esperamos con ganas.