El proyecto ha sido bautizado como SurfaceWare. Aprovechando las propiedades táctiles de la mesa, el software reconoce cuánto líquido queda en el recipiente mediante un prisma especial colocado en la base de éste. Dicho prisma sólo refleja la luz cuando está en contacto con el aire, es decir, cuando el nivel de la bebida está por debajo de él. En función de la cantidad de luz reflejada el programa puede dar respuesta a la filosófica cuestión de si el vaso está medio lleno o medio vacío.
Con este sistema no sería necesario avisar al barman para que nos sirva otra copa. Los camareros sólo tendrían que fijarse en el color de la mesa para saber si alguien necesita rellenar su vaso. Otra opción es que ofrezca algún tipo de opción para avisar automáticamente al personal del establecimiento. Eso sí, en todos los casos sería necesario renovar toda la vajilla por otra que incluyese el prisma de marras. Al menos, los clientes más pícaros no podrían llevarse a casa los posavasos para su colección personal.
De todos modos, aunque la propuesta es bastante interesante, el problema de Microsoft Surface (y por extensión de otras mesas táctiles parecidas) sigue siendo el mismo. En el mejor de los casos sus precios están fuera de mercado, así que de momento sólo se dejan ver en grandes eventos, ferias mediáticas y excepcionalmente en algún establecimiento verdaderamente exclusivo (cierto casino de Las Vegas, por ejemplo).
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