Windows 7 a día de hoy es completamente incompatible con la tecnología USB 3.0, al carecer ésta de las especificaciones técnicas necesarias que hagan llevar el proyecto a buen puerto. Hasta que el proyecto no coja forma y se tengan marcadas las líneas de actuación, no será incorporado al nuevo sistema operativo.
Microsoft afirma en el blog de Windows 7 que además es más sencillo solucionar los problemas presentes en los conectores existentes, USB 2.0 que implementar algo nuevo en el caso de que esto fuera posible.
Así mismo, avanzan una prestación que permite rastrear los eventos acontecidos que afecten a los dispositivos USB con el fin de que poderles dar una solución más rápida y más eficaz.
Por último, avisan que las exigencias a los fabricantes de dispositivos USB serán más altas para Windows 7 y que las unidades USB habrán de ser certificadas por USB Consortium, algu que no tiene precedentes.
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