Si los observamos en su “desnudez”, los Philips Flavors son teles completamente blancas (hasta la parte trasera, los cables y el mando a distancia son de este color). Pero Philips no ha convocado a tantos periodistas en Moscú para presentar sólo unas teles minimalistas en su evento Simplicity. También ha querido darles un toque de personalización con sus doce marcos intercambiables llenos de colorido.
Se instalan y retiran en pocos segundos, pues tienen un sistema de agarre magnético, casi como los típicos imanes de frigorífico. Jugando con distintas tramas y colores, también hay doce marcos distintos para el sistema de cine en casa Ambisound que les acompaña como accesorio. Para cerrar el círculo, podemos cambiar los colores de los menús en pantalla, para que todo vaya completamente a juego.
Aunque incluyen el clásico pie, están especialmente pensados para colgarse de la pared, en la línea de los Essence presentados en la IFA de Berlín. El soporte proporcionado para este fin mide sólo 16 mm de grosor, y según la firma holandesa acoplar y retirar la tele es sumamente fácil. Aunque acaban de ser presentados mundialmente en Moscú, ya desde septiembre se vendían en Italia.
Philips ha querido probar primero el impacto de estos televisores entre el público del país de la moda. Y en efecto, los marcos son muy llamativos, aunque acabados como el denominado “Pink Passion”, el de la imagen inferior, pueden parecerle horteras a más de uno. Sobre gustos no hay nada escrito (y quizás no haya un tópico menos explotado que éste, pero no deja de ser cierto).
¿Y qué hay de lo puramente técnico? Pues lo básico para un televisor de alta definición. El más completo es el modelo de 42 pulgadas, que es el que cuenta con más resolución: 1080 líneas verticales en progresivo (Full HD). Hay otros dos modelos de 32 y 22 pulgadas, con 720 líneas (HD Ready). Los tres presentan un ratio de contraste dinámico de 30.000:1 y un tiempo de respuesta de 5 milisegundos.
Los dos modelos más grandes cuentan con dos conexiones HDMI para recibir vídeo en alta definición de otros equipos, mientras que el de 22 pulgadas sólo tiene uno de estos conectores. Se nota que en esta familia el diseño prima sobre el equipamiento. El equipo adicional de sonido, una de esas barras sonoras que consigue crear cierto efecto envolvente, viene con su propio HDMI, lector de DVD y un puerto USB.
Cada tele vendrá con un marco a elección del comprador. Posteriomente, está la posibilidad de registrarse en un servicio online para encargar un segundo marco gratuito, mientras que los demás habrá que pagarlos religiosamente. El mismo esquema se aplica para los marcos del equipo de sonido.
Un ejemplo más de cómo Philips busca mejorar sus equipos a base diseño, aunque a estos Flavors no les hubiese venido mal el clásico sistema Ambilight de iluminación ambiental trasera. Y si encima hubiesen sido teles de marco iluminado como los Aurea, que como podéis observar en las imágenes también estaban expuestos en el evento, la jugada les habría quedado redonda.
Fuente:tu experto
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